Plantas protectoras del hígado: Boldo, alcachofa, cardo mariano y “Desmodium Ascendens” entre otras.
Hoy toca hablar del:
“Desmodium Ascendens”, esta planta leguminosa es de origen africano (Senegal, Congo, Costa de Marfil, Ghana, etc.) , su conocimiento lo trajo a Europa un matrimonio francés (Pierre Tubéry y su mujer, la doctora Anne-Marie Tubéry-Crauzes), ambos ejercían la medicina en un ambulatorio fundado en Camerún por los Hermanos y Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús. Ellos observaron como los “brujos” del lugar trataban los trastornos hepáticos con esta planta trepadora que crece al amparo de las palmeras aceiteras y procedieron a su estudio y consideración para tratar a sus pacientes; el resultado fue tan espectacular que no tardaron en transmitirlo a sus colegas europeos y de ahí hasta nuestros medios.
De vuelta a la Universidad de Toulouse, empezaron a investigar sobre esta planta. El análisis de los principios activos dio muestras de una importante concentración en alcaloides (isovitexina, entre otros), saponinas, antocianinas y flavonoides.
Numerosos ensayos clínicos emprendidos en Francia, Inglaterra, Canadá y en algunos países del África ecuatorial confirmaron que esta planta no sólo actúa en el tratamiento de disfunciones hepáticas (problemas del hígado), sino también en sus otras dos principales indicaciones: la protección del hígado durante tratamientos médicos de larga duración (por ejemplo quimioterapia) y en casos de alergia. Su capacidad para normalizar niveles elevados de enzimas del hígado, la acción relajante sobre las fibras musculares lisas, sus propiedades broncodilatadoras y también antihistamínicas han sido probadas.
De inmediato, el remedio se erigió como el tratamiento natural más eficaz en la lucha contra los ataques que sufre el hígado, ya sean virales o químicos, sobre todo como consecuencia de una intoxicación alcohólica o medicamentosa.
Además, la práctica ha demostrado que esta planta, al proteger y reparar las células del hígado, ayuda a mantener el sistema inmune en buenas condiciones. Por ello, se utiliza a menudo como tratamiento en los cambios de estación para preparar mejor al cuerpo ante los rigores del invierno o los periodos de más calor.
Como se puede apreciar por la flor y los frutos (De leguminosa), la planta se parece bastante a una variedad de judía.
Cómo utilizar el Desmodium adscendens
En caso de problema hepático, se recomienda tomar una dosis de 6 a 10 gramos diarios de la planta cocida en 1 litro de agua hirviendo. Deberá seguirse el tratamiento durante un periodo de 2 a 4 semanas en fase aguda y de 6 a 8 semanas en fase crónica.
El Desmodium también protege al hígado de las agresiones provocadas por un tratamiento médico con agentes químicos (por ejemplo, paracetamol). En estos casos es conveniente administrar el producto dos días antes de iniciar el tratamiento y continuar 5 días después de haberlo finalizado (es decir, que el tratamiento dura siete días en total). En estos casos la dosis adecuada es de 6 ó 7 gramos de planta preparada en un litro de agua hirviendo.
Para las afecciones alérgicas, en particular el asma, la posología puede ser de 5 gramos diarios de planta seca hervida en agua (decocción).
Si quiere usar el Desmodium como cura para desengrasar y revitalizar el hígado, deberá tomar una dosis diaria de 5 a 15 gramos durante un periodo de 1 a 3 meses.
Por último, si prefiere una solución más sencilla que la decocción de hojas de Desmodium, siempre puede tomarlo en cápsulas.
Las lagrimas o capsulas de aceite de cardo mariano, son tan potentes en la regeneración hepática como el “desmodium”.
Nota: Si alguien considera que aún citando las fuentes esta publicación pudiera perjudicarlo, le ruego lo manifieste y argumente en orden a restaurar su derecho.
De vuelta a la Universidad de Toulouse, empezaron a investigar sobre esta planta. El análisis de los principios activos dio muestras de una importante concentración en alcaloides (isovitexina, entre otros), saponinas, antocianinas y flavonoides.
Numerosos ensayos clínicos emprendidos en Francia, Inglaterra, Canadá y en algunos países del África ecuatorial confirmaron que esta planta no sólo actúa en el tratamiento de disfunciones hepáticas (problemas del hígado), sino también en sus otras dos principales indicaciones: la protección del hígado durante tratamientos médicos de larga duración (por ejemplo quimioterapia) y en casos de alergia. Su capacidad para normalizar niveles elevados de enzimas del hígado, la acción relajante sobre las fibras musculares lisas, sus propiedades broncodilatadoras y también antihistamínicas han sido probadas.
De inmediato, el remedio se erigió como el tratamiento natural más eficaz en la lucha contra los ataques que sufre el hígado, ya sean virales o químicos, sobre todo como consecuencia de una intoxicación alcohólica o medicamentosa.
Además, la práctica ha demostrado que esta planta, al proteger y reparar las células del hígado, ayuda a mantener el sistema inmune en buenas condiciones. Por ello, se utiliza a menudo como tratamiento en los cambios de estación para preparar mejor al cuerpo ante los rigores del invierno o los periodos de más calor.
Como se puede apreciar por la flor y los frutos (De leguminosa), la planta se parece bastante a una variedad de judía.
Cómo utilizar el Desmodium adscendens
En caso de problema hepático, se recomienda tomar una dosis de 6 a 10 gramos diarios de la planta cocida en 1 litro de agua hirviendo. Deberá seguirse el tratamiento durante un periodo de 2 a 4 semanas en fase aguda y de 6 a 8 semanas en fase crónica.
El Desmodium también protege al hígado de las agresiones provocadas por un tratamiento médico con agentes químicos (por ejemplo, paracetamol). En estos casos es conveniente administrar el producto dos días antes de iniciar el tratamiento y continuar 5 días después de haberlo finalizado (es decir, que el tratamiento dura siete días en total). En estos casos la dosis adecuada es de 6 ó 7 gramos de planta preparada en un litro de agua hirviendo.
Para las afecciones alérgicas, en particular el asma, la posología puede ser de 5 gramos diarios de planta seca hervida en agua (decocción).
Si quiere usar el Desmodium como cura para desengrasar y revitalizar el hígado, deberá tomar una dosis diaria de 5 a 15 gramos durante un periodo de 1 a 3 meses.
Por último, si prefiere una solución más sencilla que la decocción de hojas de Desmodium, siempre puede tomarlo en cápsulas.
Las lagrimas o capsulas de aceite de cardo mariano, son tan potentes en la regeneración hepática como el “desmodium”.
Nota: Si alguien considera que aún citando las fuentes esta publicación pudiera perjudicarlo, le ruego lo manifieste y argumente en orden a restaurar su derecho.
Hola Antonio
ResponderEliminarTe felicito por tu blog y por la buena idea que has tenido, siempre la medicina alternativa debe de tener su sitio en la actual sociedad, al menos esa es mi modesta opinión.
Mucho animo y adelante
Saludos
Felipe
Te felicito por tu blog te ha quedado precioso a partir de ahora seguire tu blog animo y adelante
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