lunes, 11 de abril de 2016

La Rhodiola

La Rhodiola (Rhodiola Rosea) es una especie de planta con flor dentro de la familia Crassulaceae. Raíz del Ártico ó raíz de oro. Planta perenne, herbácea, glabra. Rizoma de hasta 1,5 cm de diámetro, carnoso, fuerte, con escamas foliáceas de un color pardo obscuro, que al cortarlo desprende un ligero aroma. Tallos floríferos de 100-300 x 2-4 mm, anuales, no ramificados. Hojas 15-30 x 5-10(12) mm, de ovales a linear-oblongas, irregularmente dentadas, glabras, verdosas, glaucas o blanquecinas, con la base cuneada y acabada en un corto pecíolo, o a veces, subamplexicaules. Inflorescencia cimosa. Flores generalmente unisexuales, tetrámeras. Cáliz en forma de pequeña copa con 4 segmentos –sépalos– de (0,9)1-1,8(2,2) mm, triangulares, agudos. Pétalos 2,5-4 mm, de un color amarillo pálido. Androceo –en las flores masculinas– formado generalmente por 8 estambres, de anteras amarillas, acompañado de los carpelos generalmente abortados. Gineceo –en las flores femeninas– formado por 4 carpelos. Fruto 0,9-1,3 mm, rojizo, con un pico de 1-2 mm, que forma un ángulo recto con el eje longitudinal.
   Según consta por antiguos escritos, se la conoce desde antes del siglo XIII A.C. y según parece los vikingos y otras poblaciones del norte y centro de Europa la tomaban antes de entrar en combate, proporcionándoles una fuerza y resistencia a la fatiga nada comunes.

   Las pruebas científicas sobre los beneficios de la rhodiola llegaron a partir de la década de 1960 con numerosos estudios clínicos y publicaciones científicas llevados a cabo por los soviéticos.



Durante décadas, gran parte de estas obras se mantuvieron clasificadas como “secreto de defensa”, ya que se consideraba a la rhodiola como un elemento determinante de los programas destinados a mejorar el rendimiento fisiológico, psíquico e intelectual de los miembros de la élite soviética (cosmonautas, militares de alto nivel y oficiales del KGB).

Como en las películas de ciencia ficción, los investigadores soviéticos, que habían descubierto las sorprendentes propiedades naturales de la rhodiola, pretendían poder utilizarlas para desarrollar las moléculas que iban a transformar a los mejores integrantes del ejército en verdaderos superhombres.

Dado el carácter altamente sensible de estas investigaciones, no se sabe aún en qué desembocaron exactamente, pero desde los primeros años del siglo XXI se han difundido estudios sobre las propiedades intrínsecas, y por lo tanto naturales, de la rhodiola. Además, investigadores del mundo entero han tomado el relevo de sus predecesores soviéticos.

  Una planta adaptógena revolucionaria

Las propiedades de la rhodiola identificadas por los investigadores permiten clasificarla en la categoría de plantas adaptógenas (1) según el sentido que definió en 1968 el doctor Breckhman, de la Academia de Ciencias de Rusia:

  • aumenta la resistencia del organismo frente a un espectro muy amplio de factores de agresión, ya sean químicos, físicos o biológicos.
  • tiene una actividad normalizadora, es decir, disminuye o previene por completo los desequilibrios originados por el estrés o los efectos secundarios de una patología.
  • presenta una total inocuidad, por lo que no altera el funcionamiento normal del organismo y no influye en este último más de lo requerido.
Plantas adatógenas


El término adaptógeno, fue acuñado en 1947 por Nicolai Lazarev para describir los efectos no esperados del dibazol (2-benzylbenzimidazol), un dilatador arterial.
  • En estudios experimentales, se vio que esa droga aumentaba la resistencia del organismo al estrés físico, químico y biológico, y restablecía la vitalidad general. El término estrés se utiliza en su sentido clásico, como estado de desequilibrio (Panossian & al.,1999; Rieli Mendes & Carlini, 2007). La calidad de adaptógeno implica que ejerce

  • un efecto regulador de la homeostasis y favorece un incremento inespecífico del

    sistema de defensa, a través de la estimulación de mediadores químicos, en especial, en casos de emergencia y condiciones desfavorables.

    · Se ha indicado que la actividad antioxidante juega un importante rol en el mecanismo

    adaptogénico (Alonso, 2004).

    · Los productos con propiedades adaptogénicas se caracterizan por:

    1. Carecer de toxicidad y provocar sólo pequeños cambios fisiológicos de las funciones vitales;

    2. Poseer un efecto inespecífico, ya que estimulan mecanismos de defensa generalizados del organismo frente a cualquier tipo de noxa, sea esta física, química o biológica;

    3. Poseer un efecto normalizador (HMPC, 2007).



    · Para Montes Guyot (1990), además, un adaptógeno es efectivo si se usa de forma profiláctica.

    · Estos productos constituyen una nueva clase de reguladores metabólicos, que favorecen
    la respuesta adaptativa del organismo. No obstante, muchas veces el término adaptógeno se utiliza de forma indiscriminada; a menudo, sin sustento científico (Panossian, 2003a,b).

    En 2004 se publicó un libro en Estados Unidos con el título The rhodiola Revolution.

    Según numerosos estudios científicos dedicados a esta planta y los testimonios de quienes la tomaban, muchos la consideran hoy en día como uno de los remedios naturales más eficaces para actuar contra el estrés al que nos enfrentamos a diario.

    Se recomienda en particular a las personas que:

    Desean mejorar su bienestar general, su estado psíquico y su rendimiento intelectual.
    Por naturaleza sienten angustia, que se acentúa ante las mínimas preocupaciones cotidianas.
    Tienen dificultades para sobrellevar el ritmo de la vida moderna (malestar, fatiga crónica, etc. etc).
    Deben afrontar una situación familiar, social o profesional difícil (divorcio, pérdida de empleo, periodo de estrés y trabajo intenso...).
    Deben hacer frente a situaciones conflictivas o a un entorno agresivo.
    Afrontan un estrés físico intenso (numerosos deportistas que practican deportes extremos utilizan la rhodiola para reforzar sus habilidades mentales).

    · A menudo las personas que toman rhodiola quedan altamente sorprendidas al notar sus efectos positivos desde los primeros días. Los efectos beneficiosos que más se citan son la recuperación de la energía, una sensación de distensión y bienestar psíquico, así como el hecho de saber mantener la calma y estar más preparados para hacer frente a las situaciones estresantes.

    · La rhodiola, al contrario que los antidepresivos, los somníferos o los excitantes, no produce ningún desequilibrio interno. Asimismo, carece de efectos secundarios y no crea hábito.

    De hecho, la rhodiola desempeña un papel complejo como regulador del sistema nervioso pero también del eje suprarrenal. Actúa especialmente sobre: 

  • La gestión de la serotonina, un neurotransmisor del sistema nervioso central que desempeña un papel esencial para el mantenimiento de la homeostasis del cerebro (capacidad de funcionar con normalidad a pesar de las tensiones externas). 

  • El refuerzo de las glándulas suprarrenales; estas glándulas endocrinas situadas por encima de los riñones son las principales responsables de gestionar las situaciones de estrés, sobre todo mediante la síntesis de corticoides y catecolaminas.     

La rhodiola, sin estimular nada directamente, pone en alerta a nuestro organismo y le permite responder con mayor rapidez y de un modo mejor adaptado a las situaciones de estrés. Algo así como si ejerciera el papel del entrenador que ayuda al organismo a funcionar mientras aprovecha sus mejores capacidades.

La reacción del organismo ante situaciones de estrés es más rápida; se consigue una mejor gestión de los recursos, en especial los hormonales (la secreción de adrenalina, de cortisol, etc.) y se obtiene así una mejor respuesta de las glándulas suprarrenales.

Así pues, la rhodiola actúa en el vértice de la biología, la bioquímica, la neurología, la inmunología, la endocrinología… todos ellos campos en los que los investigadores siguen trabajando de manera aislada, lo que explica en parte la dificultad que estos especialistas tienen para explicar con claridad los mecanismos de acción de esta planta.



¿Qué tipo de rhodiola debe escoger?

Con la publicación del libro The rhodiola Revolution, numerosos laboratorios empezaron a integrar la rhodiola en sus fórmulas.

Entre estos productos encontrará en general fórmulas compuestas a partir de extractos de Rhodiola rosea y que incluyen aditivos inútiles e incluso dudosos. Estos extractos concentran tan sólo dos principios activos de la rhodiola: las rosavinas y los salidrósidos, en detrimento de otros compuestos intrínsecos de la planta que no se han estudiado, pero que, a pesar de todo, se consideran indispensables para su acción.

Así pues, si va a adquirir rhodiola, asegúrese de que incorpora el conjunto de moléculas activas de la planta, y no sólo alguno de sus principios activos.

Y es que lo más normal es que la encuentre en forma de extracto de algunos de sus componentes aislados. Pero yo le aconsejaría que intentara consumirla bajo la forma “totum” original. No existen pruebas que garanticen que la rhodiola sea más eficaz en extracto sino que, por el contrario, la forma natural y completa, con todos sus principios actuando en forma sinérgica, consigue los mejores resultados.

  1.  Un estudio dirigido doble ciego(es decir, donde tanto el paciente como el investigador ignoran si el producto administrado es el principio activo o placebo) sobre 161 cadetes militares rusos permitió medir los efectos contra el estrés y los estimulantes de una dosis de Rhodiola rosea. Los resultados mostraron que los cadetes privados de sueño y estresados que habían tomado rhodiola estaban claramente menos cansados y conservaban mejor las capacidades intelectuales que aquellos que habían tomado un placebo o que no habían tomado nada. 
  2.  Otro estudio doble ciego llevado a cabo durante 20 días en 60 estudiantes indios de Medicina en el período de exámenes de fin de carrera permitió evaluar el efecto de una dosis diaria de 100 mg de Rhodiola rosea. A pesar de que la dosis utilizada era baja, los investigadores constataron una mejora del rendimiento intelectual de los estudiantes, de su bienestar general, así como de su funcionamiento psicomotor. Los sujetos notificaron una disminución de su necesidad de sueño, un humor más estable y una mayor motivación para estudiar.

Fuentes:

The rhodiola revolution - Transform your health with the herbal breakthrough of the 21st century. Richard P. Brown, Patricia L. Gerbarg (2004, Ed. Rodale).

A randomized trial of two different doses of a SHR-5 rhodiola rosea extract versus placebo and control of capacity for mental work. Shevtsov V.A. et al. Phytomedicine, 2003, 10, 95-105.

A double-blind, placebo-controlled pilot study of stimulating and adaptogenic effect of rhodiola rosea SHR-5 extract on the fatigue of student caused by stress during examination period with a repeated low-dose regimen. Spasov AA, Wikman GK, Mandrikov VB, et al. Phytomedicine, 2000, 7, 85-89.

Plasma beta-endorphin and stress hormones in stress and adaptation. Lishmanov I.B. et al. Biull. Eksp. Biol. Med., 1987, 103, 422-424.

Sugerencia: En la presentación de más abajo "clickar" con el botón izdo. del ratón sobre cada diapositiva,para iniciar la transición.


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2 comentarios:

  1. Muy bien, muy bien está tu presentación Antonio me gusta muchísimo en todo y por todo e interesante desde principio afín enhorabuena y sigue adelante con tanta in formación y buen hacer.
    Un saludo.
    Alfredo y Carmen.

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  2. Preciosa e instructiva presentación Antonio, tenemos remedios naturales a nuestro alcance y no sabemos apenas de ellos, gracias a presentaciones como la tuya y a la difusión que de ellas nos das en tu blog,podemos conocerlas. Una vez, tuve una laringitis severa, prácticamente quedé sin voz, los antibióticos no me ayudaron mucho, y gracias a las gárgaras con Agrimonia conseguí curarla, desde entonces cuando me noto la garganta un poco rasposa, hago gárgaras un par de veces al día durante 4 o 5 días con Agrimonia y se me queda la garganta como una seda.
    Enhorabuena por tu blog y tu presentación.
    Un saludo. María.

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